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Mitos de la criónica

Texto original de Alcor en http://www.alcor.org/cryomyths.html


La criónica ha suscitado una gran atención desde que el concepto se propuso por primera vez a finales de los años 60 del siglo XX. Desgraciadamente, gran parte de la información difundida se ha basado en equivocaciones y declaraciones de "autoridades" que carecen de información básica sobre el tema. Esta página corrige algunas de las equivocaciones más extendidas sobre la criónica que desarrolla Alcor.

Mito 1: La criónica es un fraude al consumidor

Mito 2: La criónica consiste en congelar personas

Mito 3: La criónica preserva personas muertas

Mito 4: Los expertos dicen que la criónica no puede funcionar

Mito 5: Ningún médico o científico reputado apoya la criónica

Mito 6: La criónica preserva "cabezas"

Mito 7: La criónica entra en conflicto con la religión

Mito 8: La criónica sólo se la puede permitir gente rica

Mito 9: La criónica refleja un miedo irracional a la muerte

Mito 1: La criónica es un fraude al consumidor

Algunas personas creen que la criónica es una estafa cuyo propósito es el de apropiarse del dinero de familias angustiadas. La realidad es que Alcor está dirigida por personas que creen sinceramente en el valor de la criónica y que quieren disponer de ella para sí mismos, para la gente por la que se preocupan y para todos en general. El principal interés de Alcor es, por lo tanto, atraer a gente joven y saludable para que se unan a la organización y reforzar la criónica. Alcor no tiene interés en imponérsela a enfermos terminales o a personas ya muertas.

La historia de la criónica está llena de personas que han hecho grandes sacrificios por ella y hasta ahora nadie se ha enriquecido de esta manera. El idealismo sincero no es un fraude. Cuando lea en nuestro web artí culos de médicos y cientí ficos le pedimos que recuerde una cosa: hablamos en serio.

Mito 2: La criónica consiste en congelar personas

La tecnología actual propiciada por Alcor es la vitrificación, no la congelación. La vitrificación es un proceso en ausencia de hielo en el cual más del 60% del agua del interior de las células se sustituye por sustancias químicas protectoras. Esto previene completamente la congelación durante el enfriamiento a bajas temperaturas. En lugar de congelarse, las moléculas se mueven cada vez más despacio hasta que se detiene la química a la temperatura de transición vítrea (aproximadamente -124° C). A diferencia de la congelación, no hay formación de hielo ni produce daño en el tejido vitrificado. La vitrificación de vasos sanguíneos es reversible y se han recuperado riñones completos para ser trasplantados satisfactoriamente después de su enfriamiento a -45º C y protegidos por vitrificación química.



Izquierda: Riñon de conejo suspendido en una solución transparente con agentes químicos vitrificantes pero sin solución vitrificante dentro del riñon. Está congelado a -140º C.
Derecha: Otro riñon de conejo pero con la solución vitrificante dentro se preserva sin congelación a la misma temperatura de -140º C.

Originalmente se informó del trabajo anteriormente citado en Cryobiology 21, 407-426 (1984).

En el año 2001, basándose en los informes publicados en el campo de la vitrificación de órganos, Alcor puso en práctica un protocolo para la vitrificación del cerebro humano. Este procedimiento no es aún reversible debido a otros daños (no causados por la formación de hielo) incluyendo los efectos bioquímicos de la solución vitrificante, pero no hay daño por la formación de hielo y la preservación de la estructura fina es excelente.

Los métodos menos avanzados utilizados por Alcor antes de 2001 ya evitaban la mayor parte del daño por congelación. Las comparaciones de la criónica con la congelación de verduras y otras analogías ridículas, por tanto, nunca tuvieron justificación ni siquiera antes de la aparición de la vitrificación.

Mito 3: La criónica preserva personas muertas

El propósito de la criónica es el de salvar la vida de personas vivas, no la de personas muertas. La muerte es un proceso neurológico que empieza cuando el corazón se detiene. Una parada cardí aca sólo conduce a la muerte si no se hace nada en ese momento y la criónica propone hacer algo al respecto. En palabras de un experto en cuidados críticos en un texto para el American College of Surgeons, "... En esta época de cuidados críticos, la muerte es más bien un proceso antes que un evento .... Un pronóstico de muerte ... no puede servir como diagnóstico".

Alcor utiliza equipos de soporte vital para restaurar la circulación sanguí nea y mantener la viabilidad del cerebro después de la parada cardiaca, cuestión de minutos preferiblemente. Esto significa que cada célula y cada tejido de un paciente criónico puede estar tan vivo al principio del procedimiento como cualquier otro paciente médico. El cuidado de los pacientes terminales puede ser transferido legalmente a Alcor tan pronto como el corazón deja de latir. En ese momento, la muerte legal es simplemente un certificado que indica que no hay nada más que la medicina actual pueda hacer por el paciente terminal.

La muerte es un proceso, no un evento. El propósito de la criónica es interceptar y detener ese proceso con la expectativa de que pueda ser reversible en el futuro. Los primeros minutos de muerte clí­nica son ciertamente reversibles, incluso hoy dí a, por lo que hay buenas razones para creer que aumentarán en el futuro. Y ese es el motivo por el que se recurre a la criónica incluso mucho después de la parada cardiaca. La criónica no es la creencia de que los muertos pueden resucitar sino la de que nadie muere realmente hasta que la información existente en el cerebro se pierde, y las bajas temperaturas pueden prevenir esta pérdida.

La fase de criopreservación en la criónica no será reversible hasta dentro de bastante tiempo pero eso no significa que los pacientes criónicos estén muertos. En condiciones adecuadas, la vida puede ser detenida y reactivada de nuevo pero la vida se confunde frecuentemente con la muerte cuando los métodos de reanimación no están lo suficientemente avanzados. Si en algún momento se reanima a los pacientes criónicos, por definición no habrán estado muertos sino inconscientes. Afirmar que la criónica no puede funcionar porque los pacientes criónicos están muertos es un argumento circular ya que la afirmación asume la conclusión que pretende probar.

Mito 4: Los expertos dicen que la criónica no puede funcionar

La mayorí a de expertos en sólo algún campo dirán que no conocen ninguna evidencia de que la criónica pueda funcionar. Eso es porque la criónica es un campo multidisciplinar basado en tres hechos provenientes de varias ramas de la ciencia aparentemente inconexas. Sin todos esos hechos, la criónica parece ridí cula. Desafortunadamente, eso hace que el número de expertos cualificados para hablar de criónica sea muy pequeño. Por ejemplo, muy pocos científicos saben lo que es la vitrificación y todavía menos que se puede preservar la estructura celular de órganos completos o cerebros enteros. Aún cuando este uso de la vitrificación ha sido publicado, es tan poco habitual fuera de la criónica que sólo unos cuantos criobiólogos saben que es posible.

La situación es comparable al desarrollo de los viajes espaciales antes de la Segunda Guerra Mundial. En ese momento, los "expertos aeronáuticos" permanecieron inflexibles afirmando que los viajes espaciales eran imposibles. Sólo Robert Goddard y unos cuantos investigadores alemanes de cohetes sabí an que cohetes de varias fases podrían conseguirlo. Como suele ser habitual, los expertos mejor cualificados para hablar sobre un nuevo campo sólo son los que trabajan en ese campo. Ningún experto debidamente cualificado ha dicho nunca que la criónica no pueda funcionar. El problema es encontrar expertos cualificados para hablar de criónica.

Mito 5: Ningún médico o científico reputado apoya la criónica

Más de 60 científicos y especialistas en ética suscribieron una Carta Abierta respaldando los fundamentos científicos de la criónica. Alcor también cuenta con médicos y científicos entre sus miembros y consejo consultivo incluyendo científicos que han declarado con anterioridad en el Congreso de Estados Unidos sobre materias no relacionadas con la criónica así como con un miembro de la U.S. National Academy of Sciencies. Eminentes científicos testificando bajo tribunal también han hecho declaraciones respaldando a la criónica.

La mayoría de criobiólogos (científicos especializados en la biología a bajas temperaturas) no apoyan públicamente a la criónica. En parte, esto es debido a la publicidad sensacionalista que rodea a la criónica y que tiende a pasar por alto injustamente los logros principales de la criobiología en biología reproductiva, preservación de órganos y tratamiento del cáncer. Inversamente, la mayoría de criobiólogos también injustamente pasan por alto los datos y argumentos que se han presentado en favor de la criónica. La historia de la politización de la criónica entre criobiólogos se documenta en el artículo: GUERRA FRÍA: El conflicto entre crionicistas y criobiólogos.

Mito 6: La criónica preserva "cabezas"

Alcor no tiene interés especial en preservar cabezas. El interés de Alcor es la preservación de personas. En el cuerpo humano existe un órgano que es completamente esencial en todo lo relacionado con nuestra identidad: el cerebro. Las lesiones fuera del cerebro se pueden curar con relativa facilidad. Las lesiones en el cerebro son lesiones en quienes somos.

La opción neuropreservación de Alcor, por tanto, pretende preservar el cerebro con la mayor fidelidad posible. Al enfocar los esfuerzos de preservación en el cerebro es posible criopreservarlo con una mejor calidad que si se criopreserva el cuerpo entero. Se espera que la capacidad de regeneración de un cuerpo nuevo en torno a un cerebro reparado formará parte de las posibilidades de la futura medicina. Sin embargo, retirar el cerebro hoy día de su envoltura protectora (el cráneo) causa un daño innecesario. Alcor, por lo tanto, mantiene el cerebro protegido en la cabeza durante la preservación y almacenamiento. Mientras que la neuropreservación puede parecer algo extraño, es científicamente la mejor manera que se conoce actualmente para preservar indefinidamente la vida humana. Así, Alcor preserva personas, no "cabezas".

Mito 7: La criónica entra en conflicto con la religión

El objetivo de la criónica es superar las enfermedades graves preservando y protegiendo la vida. La criónica es por lo tanto consistente con los más nobles principios de la medicina y de la religión. Se ha reanimado a víctimas de hipotermia después de más de una hora sin respiración y sin actividad cardiaca o cerebral. A veces se practica un enfriamiento profundo para "desconectar" al paciente durante largos periodos mientras dura la neurocirugía y cuando el corazón debe estar detenido. De forma rutinaria se criopreservan y se reaniman embriones humanos. Si la criónica funciona, será porque fundamentalmente es lo mismo que esas otras formas de "animación suspendida" que ya se conocen en medicina. Se sobreentiende que los pacientes en esos estados permanecen en coma profundo, no muertos.

Los pacientes criónicos son teológicamente equivalentes a los pacientes inconscientes de los hospitales con pronóstico incierto. Se han escrito ensayos conmovedores desde las perspectivas católica y protestante afirmando la moralidad y el valor de la criónica. Los miembros de diversas confesiones cristianas también respaldan a Alcor además de personas de otras creencias. Para ampliar la información puede leerse "Cristianismo y Criónica" y otros artículos en la sección de religión de la biblioteca de Alcor. Alcor acepta las contribuciones escritas desde todas las confesiones religiosas que dan testimonio de la naturaleza de reafirmación de la vida que representa la criónica.

Mito 8: La criónica sólo se la puede permitir gente rica

La mayoría de los miembros de Alcor pertenece a la clase media y se financian la criónica a través de un seguro de vida. La criónica está al alcance de cualquier persona joven y saludable del mundo industrializado. Para una persona joven, el coste de la criónica no es mayor que el de fumar, el de la televisión por cable o comer fuera regularmente.

Mito 9: La criónica refleja un miedo irracional a la muerte

Si el deseo de vivir no es más que una expresión de cobardía, entonces ¿por qué se combate cualquier enfermedad grave? Curiosamente, los fundadores de la criónica, Robert Ettinger y Jerry Leaf son veteranos de guerra que han demostrado mucho más coraje que la mayoría de críticos ociosos de la criónica. El deseo racional de continuar viviendo no es lo mismo que tener miedo irracional a la muerte. En palabras del biólogo Peter Medawar, "... no hay instinto biológico más profundamente arraigado que el expresado por el apego firme a la vida, y hay más dignidad, pues hay más humanidad, en luchar por la vida que en una abdicación pasiva de nuestra posesión más duramente ganada y más profundamente apreciada".





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